Para poder empezar a hablar del cartel, lo primero que debemos
hacer es definir, qué es. Un cartel es un mensaje visual intencional en dos dimensiones, es decir, formado por una imagen fija manipulada y un texto para convencer, informar, seducir
y agradar al receptor de dicho mensaje.
El cartel esta en lugares públicos y abiertos, se nos ofrece gratuitamente, y nos
engloba en un espacio visual. El mensaje contenido en el cartel debe ser preciso, muy claro y siempre se debe
dar a conocer la marca fácilmente. El cartel debe combinar en su composición,
símbolos intencionales, representación de producto, funciones, cualidades,
símbolos interpretativos, como datos culturales o estéticos para provocar en el receptor reacciones positivas.
Algunas recomendaciones para desarrollar un buen
cartel son las siguientes:
·
CONTRASTE: Los elementos y figuras principales se percibirán con mayor claridad contrastan con fuerza
entre sí: por su luminosidad, color,
textura, forma, técnicas empleadas, etc.
·
SIMPLICIDAD FORMAL: Superficies amplias,
de color uniforme y formas simplificadas
en sus detalles son más fácilmente visibles.
·
COMPOSICION CLARA Y
BIEN ESTRUCTURADA:
Los elementos y figuras deben
organizarse en una composición que facilite una visión de todos ellos y fundamentalmente de los
importantes.
Es importante también jugar con el efecto
sorpresa, permitir transmitir con eficacia
el mensaje, aprovechando la
confusión momentánea y la atención a los estímulos del espectador.
El cartel tiene un tiempo de desciframiento muy
corto, de ahí que tiene que ser muy claro y no puede autoanularse en detalles.
El anuncio sin embargo puede dedicarse más a ellos, pues es de la lectura más cercana y larga.
Los carteles pueden ser de distintas formas: Informativos, de persuasión,
económica o publicitaria, de seguridad, educadora, ambiental, estética y creativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario